Si estás pensando en mudarte, probablemente entenderás esa pregunta.
Las mudanzas, por lo general, representan un cambio positivo dado que son buscadas por diversos fines: agrandar el espacio de vivienda a causa de la llegada de un nuevo integrante familiar, probar la experiencia de vivir solo, en pareja o con amigos, entre otros. Sin embargo, también acarrean su lado “estresante” o “negativo”. Mudarse implica reorganizar, gastar dinero, adquirir nuevos objetos, tirar los viejos, y otra sumatoria de cuestiones.
Por eso, queremos dejarles éste artículo para que puedan llevar a cabo la tarea de la mudanza de la forma más simple posible, sin llegar al extremo del colapso nervioso.
Acá podrás leer:
1. Planificar la mudanza con antelación.
No podemos pretender efectuar un cambio de vivienda de un día para el otro. Es necesario embalar los objetos de forma anticipada. Dicha tarea, además, requerirá de la consecución de algunos objetos como: cajas de cartón, cinta y papel de diario para poder guardar y proteger objetos delicados.
Lo ideal es embalar vajilla y objetos pequeños de poco uso al menos una semana antes de la mudanza. Llegada la misma, se requerirá tiempo para transportar los objetos de uso diario y el mobiliario pesado.
2. Si tenés acceso al otro hogar antes de la concreción de la mudanza, aprovechalo.
Se aconseja limpiar el nuevo hogar antes de ingresar, dado que al encontrarse vacío de mobiliario es más fácil realizar ésta tarea. Además, es necesaria, debido a que si anteriormente habitaban otros individuos, o se encontraba en desuso, de seguro habrá polvo y suciedad que limpiar. Incluso, si el presupuesto ayuda, no está nada mal refaccionar el espacio, prestando especial atención a detalles como renovar la pintura de las paredes.
Luego, bastará con equipar paso a paso el nuevo espacio, comenzando por aquellos muebles o elementos que no se utilizan en el lugar de vivienda actual. De este modo, no dejaremos para el último día el traslado de la totalidad de los componentes. No sólo ahorraremos en flete y traslados, sino que también podremos ir ordenando y ubicando poco a poco a nuestro mobiliario en el nuevo ambiente para probar cuál es la disposición de ellos que mejor le sienta al hogar.
3. Eliminá de tu vista todo aquello que no necesitás.
Es el momento propicio para deshacerte de objetos viejos, ropa en desuso, recuerdos obsoletos, entre otras cuestiones. De hecho, nada se tira. Todo lo que a vos no te sirve puede ser muy útil para otra persona. Liberá para dar lugar a lo nuevo y pensá que además le estás abriendo puertas al resto.
4. Llevá con vos mismo lo importante.
Si contratás un servicio de mudanza o flete, o incluso si vienen otros amigos o familiares a ayudarte con el traslado, te aconsejamos que lleves siempre con vos aquella documentación importante (dinero, pasaportes, documentos, joyas). Es un gran error etiquetar este tipo de elementos y disponerlos en una caja junto a lo demás. Ingresarás en un estado de tensión y descontento si no podés encontrarlo con facilidad. Guardalo a última instancia y depositalo entre tus cosas personales el día de la mudanza.
5. Etiquetá las cajas.
Puede parecer absurdo o tedioso, pero ésto evitará una tarea futura aún más tediosa: no encontrar NADA en la nueva vivienda. No dejes que el caos desborde tu nueva etapa. Diferenciá cada caja según tipo de objeto guardado dentro de ella, agrupalos y apilalas en la habitación que corresponde.
6. Hacer un inventario de tu mobiliario.
Podés anotar en una lista todo lo que poseés para asegurarte de que no hayas perdido o olvidado nada cuando llegues a tu nueva vivienda, o por qué no, tomar fotografías en detalle de tu espacio vital antes de desarmarlo para saber cómo estaban organizadas las cosas y qué tenías en cada lugar. Luego será más fácil proceder al orden.
7. Aprovechá para cambiar aquello que tenías ganas de redecorar.
La mudanza es un momento oportuno para colocar nuevos muebles, dado que se pueden tener en cuenta las nuevas medidas espaciales. Además, se pueden combinar colores que en el antiguo ambiente no combinaban. Sin embargo, si no disponés de presupuesto para ésta acción, podes reciclar muebles viejos, retapizar sillones y sillas o, en adición, fabricar muebles de forma artesanal con objetos reciclados. ¡El estilo vintage podría ser una buena opción para tu nuevo hogar!
8. Realizar viajes de traslado de muebles pequeños en vehículo propio o de algún familiar.
Este tip es crucial para evitar gastar un dineral en el servicio de fletes, ya que éste tendrá que encargarse de la menor cantidad posible de muebles (aquellos que realmente no caben en un vehículo propio).
9. Protegé tu mobiliario delicado con sábanas o ropa vieja.
Esta sugerencia amortiguará los golpes que puedan recibir durante la movilización.
10. Contratar un servicio de fletes.
Es decisivo contar con un servicio de confianza para que el costo sea el adecuado y también se tome especial cuidado por los muebles de la casa. Preguntar por referencias a algún conocido es lo más recomendable. De no ser posible, buscar la reputación de una empresa mediante Internet o las redes sociales sería una buena opción.
11. Cambiar la dirección de los suministros al menos una semana antes del día clave.
No querrás llegar a tu nuevo hogar y no disponer de servicio de cable, telefonía o Internet. Por eso, recomendamos vivir sin éstos servicios los días previos a la mudanza, para poder contar con el mismo en el nuevo hogar en tiempo y forma.
12. El día de la mudanza.
Empezá temprano así luego disponés de tiempo para ordenar en el nuevo lugar. Lo mejor es agendar el traslado un fin de semana para no estar cargado con la rutina laboral de la semana.
Armá primero los muebles grandes que te van a servir de contenedores para los objetos pequeños.
Es imposible ordenar todo en un día, sin embargo, es común intentar lograrlo. Te recomendamos que no te desesperes y que acomodes paso a paso. Además, descansá lo que tu cuerpo y mente exijan para poder disfrutar de la nueva etapa. De lo contrario, sólo vivirás con el recuerdo de lo desesperante que resultó la experiencia.
Nadie te presiona a ordenar el espacio rápidamente. Tomate tu tiempo para que estés cómodo con los resultados y no tengas que “echarte hacia atrás” con las acciones realizadas.
Comé ligero pero no olvides esta necesidad vital, de lo contrario, contarás con pocas energías para emprender la tarea.
13. Contratá un seguro para cuidar tu nuevo hogar.
Un Seguro de Vivienda te ayudará a contar con tranquilidad mental y monetaria frente a cualquier imprevisto. Emprendé tu nueva etapa con la garantía de poseer la mejor protección y de que el cambio y el esfuerzo realizado valieron la pena.